jueves, 24 de mayo de 2012

La esperanza olvidada (4º parte)

Angelina, continuó rindiéndose a la vida, en ocasiones, soñaba con una vida distinta, con unos sueños que luego se olvidaban y no recordaba que había soñado, solo que lo había hecho nada más. La tristeza se hizo un hueco enorme en su vida, dejó de sonreír, de cantar, de ver la tv, de disfrutar con los chistes...

Un día, llegando las fiestas del pueblo, se sorprendió al ver que se podía poner el mismo vestido de cuando tenía 17 años. Era increíble, había perdido muchísimo peso en muy pocos meses, aquel vestido que guardó porque no se lo podía poner, encajaba perfectamente en su cuerpo. Se alegró, más algo en su interior le decía que era bueno perder peso, pero algo no le encajaba, pues nada había hecho para ello. Fue un día a la fiesta y al regresar a su casa, no pudo dormir. Los gritos de sus padres la mantuvieron despierta toda la noche sin poder descansar.

Cuando finalmente llegó el día, Angelina, mareada, se dio cuenta de que aquella vida no era vida, pero nada podía hacer, pues su deber era tan solo: ver, oír y callar.

(continuará en la última parte)

sábado, 19 de mayo de 2012

La esperanza olvidada (3º parte)

Angelina se puso en marcha. Estaba segura de sus actos, nada le importaba. Comenzó a escribir, a salir a la calle, a sonreír, incluso hizo amistades, fueron unos meses para ella inolvidables que pasaron con tanta rapidez que ni se dio cuenta del transcurrir del tiempo. Su mirada pasó de tristeza y pesadumbre a ilusión y alegría. Estaba feliz.

Sin embargo, en casa, las cosas se complicaron. De repente, sin darse cuenta, se encontró un día con que tenía que hacerse cargo del hogar, de los documentos y de todo lo que con papeleo tenía que ver. Además, debía llevar las cuentas del hogar al día, dar testimonio y fe de cuanto se gastaba allí y solucionar los pequeños detalles del hogar y de sus padres. No sabía como habían llegado a eso, pero ahí estaba.

No sabía que hacer, quiso pedir ayuda, consejo, pero nadie le dijo nada, quienes la oían, comentaban que podía hacerlo, que nada tenía que hacer sino su cometido que era ese y solo ella podía hacerlo. Mas Angelina no entendía muchos detalles. Preguntaba, conversaba, insistía. Nadie la oía. El pozo donde estaba tenía las paredes tan lisas que no podía subir por ellas y no alcanzaba las cuerdas.

Lloró desconsolada durante días, olvidando por completo sus sueños e ideales, viviendo solo para los demás y dejando de existir para ella.        

domingo, 13 de mayo de 2012

La esperanza olvidada (2º parte)

En una ocasión, Angelina, tuvo un sueño. Nunca le echaba cuenta a los sueños, pero en esa ocasión si lo hizo, pues aquel sueño era tan hermoso y tan relajado que ansió hacerlo realidad. Desconocía como, Angelina no era buena en nada, ni un solo trabajo le llamaba la atención, estaba tan cansada y agotada que se preguntaba el motivo por el cual debiera hacerlo, más en cuanto recordaba el sueño, algo en su interior la hacía mirar hacia adelante.

No dijo nada a su familia, prefirió que no le estropeasen  las cosas como antes había sucedido, aunque pensaba que quizás ella tuviera mucha culpa, era muy impresionable, demasiado, todo se lo creía, si alguien le decía algo estaba segura de que eso iba a suceder, sus deseos e intenciones no importaban a nadie, pero a ella tampoco.

Mas en esa ocasión era distinto, por primera vez nada le importaba, las palabras, los consejos, las amenazas, solo conseguían fortalecerla en su empeño y aunque quería saber el motivo, guardó silencio en ello y empezó a pensar que tal vez, aquella era su vida, ir contracorriente a los demás.

(Continuará)

viernes, 11 de mayo de 2012

La esperanza olvidada

Angelina, sollozaba en el alféizar de la ventana observando no sabía bien el que, solo deseaba olvidar la vida, dejar de vivir si era posible, la tranquilidad que su cuerpo le pedía era algo que estaba demasiado lejos de su alcance. Casi no podía respirar, se ahogaba en los recuerdos y en las desgracias que sobre ella caían. 

Sus padres no hacían nada, bueno, si hacían, complicar las cosas. Al menos eso pensaba ella, aunque incluso de ello dudaba, era posible que las cosas no fueran tan complicadas y fuese ella quien las viese así, pero cuando les miraba, solo gritos, odio, reproches y malos modos veía. Quería huir, más no sabía a donde ir, la vida que le dieron sus padres le impidió que tuviera un trabajo, todos los perdía por las borracheras de la madre, y por los malos tratos del padre. Pidió ayuda en una ocasión, pero la descubrieron y enviaron al psiquiatra informando al médico de que la chica se estaba volviendo loca.

Dejó de hablar con el mundo, dejó de pedir ayuda, se dedicó a sobrevivir al día a día esperando una oportunidad que nunca le parecía que fuera a llegar, y cuando llegó, las miradas se volvieron a ella y la culpa le cayó encima cual castillo de naipes se derrumba sobre la mesa.

(Continuará)


martes, 8 de mayo de 2012

Personajes e historias

Acabo de terminar el capítulo 12 de la novela y no me puedo quejar, estoy de lo más tranquila con ella y aunque me da muchísima pena de la Condesa, lo cierto es que creo que le voy a dar muerte, su vida no ha sido sencilla: alejada de su hogar, abandonada por su marido, rechazada por su familia... solo un niño, el protagonista de la novela, ha conseguido que vea las cosas momentáneamente de otro modo, pero resulta que acabo de hacer que la secuestren y allí, la muerte es lo único que le espera.

Mi intención con esto es hacer ver que no todo es color de rosa aunque se vea de ese color desde fuera, las opiniones hay que darlas cuando se sabe y se conoce la verdad, no antes, porque las apariencias engañan sobremanera en muchas ocasiones.

Mas que en batallas, me estoy centrando en los personajes, en la paz y la amargura de ellos, en sus sueños e ilusiones, en la visión de un niño muchas cosas se escapan, pero hay otras que si no se ven con los ojos de la inocencia no se ven, pues los adultos muchísimas veces, solo vemos blanco o negro, los niños ven otros colores, otras formas y otras situaciones, además de que ven soluciones donde los demás, ven guerras.

sábado, 5 de mayo de 2012

Se hace camino al andar

Eso es sabido, el camino se hace andando, no quieta en el cruce sin saber a donde dirigirse. Tomar uno u otro da igual, cualquier camino lleva a una meta, solo hay que tomar el camino que lleve realmente a donde se quiere ir.

Ayer, envíe un email a un agente literario. Espero obtener respuesta, bien sea para un si ó para un no. Personalmente, prefiero el si claro está, pero quiero recibir la respuesta. La ansío, así como ansiaba una respuesta que me llegó afirmativa, me han aceptado para un curso que comienza en septiembre. Es muy completo y se realiza por internet, lo que me facilita mucho las cosas, pero sobre todo, se profundiza en diversos detalles para los que yo no no soy muy buena: ensayos por ejemplo.

Por otro lado, la novela va estupendamente bien, estoy muy contenta con ella y el problemilla que tenía se a convertido en un pase que no esperaba y que me viene muy bien, pues le da un toque de misterio que no esperaba que la novela estuviera. Planeé casi todos los detalles de la misma, pero no planeé en ningún momento el encuentro ni el secuestro que se va a realizar.

Un día malo como tuve hace un par de ellos, ha dado paso a unos días estupendos que merecen la pena. 


jueves, 3 de mayo de 2012

Buscando información

Ahora mismo son las diez y pico de la noche. Estoy cansada, o mejor dicho, agotada. Me quiero ir a dormir y quiero descansar, pero por alguna razón, estoy ansiosa con el trabajo. Esto de buscar información para hacer la propuesta editorial y enviarla a los agentes literarios es de lo más interesante.

Tengo el nombre de varios libros del género épico que han gustado mucho y es curioso, porque el mío no tiene nada que ver con ellos salvo el género claro. El mío es más real, con menos fantasía y más dentro del protagonista, pues la historia se cuenta desde el punto de vista  del niño que ya tiene 12 años en la historia.

Eso ya lo tengo a mi favor, un libro con algo original es un buen punto, lo que tengo que seguir buscando información y tener suerte claro, pero la tendré, confío en ello.